Los castillos de la Alta Baviera son uno de los mayores encantos de esta región del sur de Alemania. Muchos hemos dejado volar la imaginación al ver las fotos de algunos de estos castillos que parecen sacados de los cuentos de los hermanos Grimm.

La región de la Alta Baviera está salpicada de preciosos pueblos y majestuosos decorados alpinos y de vez en cuando la aparición de uno de estos hechizantes castillos pone la guinda a un viaje que no debes dejar pasar.
En toda la región bávara hay muchos castillos, aunque quizá los más conocidos sean los relacionados con Ludwig II, el llamado rey loco. Hoy te contamos cómo visitar sus 3 castillos más conocidos y algunos consejos para aprovechar la visita. Y no os perdáis el detalle del final del artículo.
Linderhof
Cómo llegar
La forma más cómoda de llegar al primero de los castillos de Baviera, es en vehículo propio. No tiene pérdida. Entre Ettal y Oberammergau hay un desvío, y a unos 10 km llegamos sin problema al castillo.
En autobús podemos tomar el 9622 que sale de Oberammergau y nos lleva directamente al palacio.

Precio y horarios
El horario varía ligeramente entre invierno y verano. Para no extendernos demasiado, podemos decir que abre entre las 9 y las 17h (más o menos). La visita es obligatoriamente guiada.
En cuanto al precio, la entrada sencilla cuesta 8,90€, aunque se puede combinar con otros castillos y ahorrar algo en el total. Hay que añadir 2,5€ de parking, en caso de ir en coche (aunque si gastas mas de 20€ en entradas, te descuentan el aparcamiento.

Qué ver en el palacio de Linderhof
Aunque es un palacio pequeño, no tiene desperdicio. Ludwig II de Baviera era un admirador de los palacios franceses y emuló su estilo.
El resultado es un edificio con varios gabinetes de colores, donde el rey se dedicaba a distintas tareas (sala de música, sala de audiencias, comedor…)

Hay varios detalles que nos han llamado la atención y que hacen que merezca la pena la visita. A pesar de ser pequeño posee una de las más abigarradas decoraciones que podemos recordar. La totalidad del palacio tiene las paredes ornamentadas con oro y brocados. A eso añadimos maravillas como una lámpara de marfil tallado, mesas de malaquita rusa y preciosos trabajos de mármol en chimeneas y muebles.
El rey debía ser alto, porque mandó construir una cama de 2,60 x 2,40. ¡De uso individual! Desgraciadamente la diñó antes de que estuviese acabada.

Otro detalle original (pensad que estamos a finales del siglo XIX), es la mesa del comedor. Se sitúa sobre una plataforma que desciende al piso inferior. Allí los sirvientes preparaban la comida y la volvían a subir totalmente lista para que el rey comiese.
Para terminar no podemos dejar de caminar por los jardines que rodean el palacio. Nos llamo la atención si fuente central que, regularmente, lanza un potente chorro de agua a mas de 10 metros de altura.

Hohenschwangau
Quizá este y el siguiente sean los castillos más famosos de Baviera, y la verdad es que hacen honor a su fama. Sin embargo la visita requiere conocer ciertas peculiaridades que pueden ayudarnos a mejorar la experiencia.

Cómo llegar
Tanto este castillo como el siguiente están muy próximos, así que la información de transporte afecta a ambos.
El método más habitual es en tren desde Munich hasta Fussen. Tarda unas 2 horas y es mejor que hacer ese trayecto en autobús. Sin embargo, desde Fussen si que debes tomar un bus hasta la parada “Hohenschwangau Neuschwanstein Castles, Schwangau«.

En coche es sencillo llegar. Pero una vez allí te encuentras con el primer sablazo. Precio del parking ¡¡¡¡7€!!!! Nosotros partíamos desde Oberammergau y en algo más de media hora nos plantamos en los castillos.
Precios y horarios
Las entradas hay que sacarlas obligatoriamente en taquilla, aunque se puede reservar por internet. No es mala idea porque las colas son enormes en cualquier época del año. Nuestro consejo es ir temprano si no has reservado. Aun así, posiblemente tengas que esperar un buen rato para visitarlos. El sistema exige la visita con guía (personal o audio-guía), pero cumplen unos turnos rigurosos y hay que estar atento a la hora que te han asignado.

Los horarios de visita son de 9 a 17 h en verano y de 10 a 16 h en invierno, aunque las entradas empiezan antes a venderse.
En cuanto al precio es de 13€, aunque en combinación con Neuschwanstein quedaría en 25€. Vamos, ninguna bagatela. Si además quieres visitar el Museo de los Reyes Bávaros, el precio total son 31,50€
Para llegar al castillo se puede ir andando o en coche de caballos. Según la guía que te dan, tardas 20 minutos, pero ya os digo yo que no llega a 10 minutos de un pequeño y agradable paseo entre los árboles y con vistas al lago.

Que ver en el castillo de Hohenschwangau
Este castillo fue residencia de verano y de caza del rey Maximilian II. Aquí pasó parte de su infancia el futuro Ludwig II.
El castillo no es muy grande. Se divide en dos pisos; el primero donde residían las mujeres y el segundo reservado a los hombres.

Se conserva la mayor parte de la ornamentación original, así que disfrutamos viendo los caprichos y regalos que se obsequiaban entre la realeza.
Un dato curioso son las estufas de cerámica. Eran alimentadas por los sirvientes, pero para no molestar a los reyes, se ideó un sistema de suministro por el que todo se abastecía desde el interior de las gruesas (y huecas) paredes. Total, que el servicio se enteraba de todo lo que se cocía en palacio desde el hueco de los muros. De ahí lo «las paredes oyen«
Neuschwanstein
Probablemente el castillo de Baviera con la imagen más conocida en todo el mundo. Su vista es simplemente perfecta. Es la realización de las fantasías de cualquier niño cuando piensa en castillos de dragones y princesas. Y por eso creemos que es seguramente la visita que hay que poner en el top de visitas a la Alta Baviera.

Cómo llegar
Ya decíamos anteriormente que esta a corta distancia de Hohenschwangau, así que la información es común.
Precios y horarios
Haciendo referencia al transporte en las inmediaciones sí os queremos dar unos apuntes importantes.
Desde el puesto de venta de entradas al castillo hay un pronunciado ascenso de unos 40 minutos andando (según reza el catálogo, aunque se puede hacer en unos 25). Es lo más aconsejable, aunque si tienes dificultades, pereza o agujetas, puedes subir en autobús (2,5€ subida y 1,5 la bajada), o en coche de caballos (subida 7€ y bajada 3,5€). En fin, mejor hacer ejercicio.

El horario es igualmente común con el anterior.
Qué ver en el castillo de Neuschwanstein
Pese a todo el empeño del rey, sólo pudo disfrutar unos meses del castillo, antes de su muerte. Además el rey quería que ningún plebeyo pisase jamás el castillo, y tan solo 2 meses tras su muerte, ya estaba abierto a las visitas (parece cachondeo).
En este caso, el castillo si es grandioso y con enormes salas. Merecen sobre todo la pena, la sala del trono, que es como imaginaríamos a un rey absoluto administrando su reino. Hay grandilocuentes toques romanos y griegos para regocijo de las visitas.

La parte útil esta en los pisos 3º y 4º, así que aun queda un buen tramo de subida.
Para terminar la visita, no os olvidéis seguir el camino por la trasera del castillo que lleva hasta Marienbrucke, un abarrotado puente donde todo el mundo acude a tomar las mejores vistas del castillo. Un consejo, cruzad el puente y caminad un rato por el sendero hasta llegar a un pequeño mirador, con similares vistas pero casi desierto.

Y para acabar, ¡el truco del almendruco! Si no os gusta visitar castillos por dentro, estáis cansados o simplemente no queréis gastar el “pastizal” que cuestan, hay fácil solución. Simplemente se puede acudir al castillo y recorrerlo en su exterior, exactamente igual que si pagases la entrada. El uso de las mismas es exclusivo para la visita de su interior.
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