Dalat, las tierras altas de Vietnam
Dalat, la ciudad de la Primavera eterna es un destino poco conocido, pero que va creciendo en interés dentro de las rutas por Vietnam.

En nuestro recorrido por Vietnam, en dirección norte-sur, Dalat constaba como un pequeño punto que podía tenerse en cuenta.
Afortunadamente decidimos hacer una parada y así pudimos disfrutar de unos extraordinarios paisajes y un contrastado ambiente fresco.
Habíamos leído algo acerca de las posibles excursiones para ver cascadas, algún templo interesante y un clima con temperaturas muy agradables. Era una buena ocasión para variar un poco el guion, y nos fuimos allá.
Dalat se localiza en la parte centro-sur de Vietnam. Se halla a 1500 metros de altura y eso hace que el clima sea mucho más soportable que en otras partes del país.
De hecho se dice que Dalat pasa por las 4 estaciones todos los días. Desde las agradables mañanas hasta las, con frecuencia, frescas noches.

Como moverse en Dalat
Nuestra primera duda se relacionaba con nuestro medio de transporte.
Los principales atractivos se encuentran fuera de la ciudad. Por ello es necesario decidir cómo moverse.
El primer medio opcional es el ciclomotor. Los alquileres oscilan entre los 5-8 euros diarios, a los que debemos añadir otros 2-3 de combustible. Sin embargo en esta ocasión, vimos como un inconveniente los constantes ascensos y descensos, ya que es una zona de montaña con bastantes desniveles.
A eso unimos que las carreteras son estrechas y vimos cómo era la conducción de los vehículos grandes, con varios “casi”, que nos hicieron desistir.

Una alternativa original y recomendable es contratar las excursiones organizadas por los “Easy Rider”. En Dalat hay varios grupos que recorren las principales atracciones en excursiones de uno o varios días. Es además una forma de relacionarse con la gente y descubrir detalles que se nos escapan si vamos por nuestra cuenta.
Nosotros, en cambio, decidimos movernos en autobús local. Apenas habíamos utilizado medios locales hasta ese momento y queríamos ver si podíamos apañarnos bien.
El resultado fue estupendo. La estación principal de autobuses se ha trasladado algo lejos del centro, pero hay fácil solución. Muy cerca del Hoa Binh Center, está la antigua estación de autobuses, en la calle Nguyen Van Troi. Allí suelen detenerse todas las líneas y está mucho más céntrico.

Nos resultó muy útil el enlace de esta web donde dice los trayectos de cada línea. Los billetes se sacan una vez dentro del autobús, diciéndole nuestro destino al cobrador, que es distinto al chófer.
Hay que decir que los autobuses disponen de un listado de tarifas en función de la distancia recorrida. Aun así, raro es el viaje en el que el cobrador no intente sisarte algo sobre el precio real.
Cascadas de Datanla
Nuestra primera excursión fue a las Datanla waterfalls.

Para ello tomamos el autobús hacia el sur de Dalat. Hay varias líneas que cubren ese trayecto (dirección a Duc Trong, Bao Loc o Don Duong). No os preocupéis porque el destino lo pone en el autobús.
Una vez allí, y tras apoquinar 30.000 VND, entramos en el parque de Datanla.

Está pensado como una especie de parque de atracciones en miniatura que incluye un descenso en trineo sobre raíles (el cable car, que utilizamos, pero que no pasa de entretenido), un teleférico que accede a las cascadas (que no funcionaba, pero que tampoco merece la pena. Es mejor ir andando) y varias rutas por recorrer.
En cualquier caso, nuestro objetivo era visitar las cascadas y, a pesar de cierta afluencia de gente, debemos decir que merecen la pena. Como en estos casos, una imagen vale más que mil palabras, a las fotos os remitimos.

Con un poco de tiempo, y mejor si vas en moto, merece la pena acercarse al precios lago Thuyen Lam y a la pagoda y el monasterio de Trum Lac.
100 roof bar
Tras consumir parte de la tarde en las cascadas, volvimos a Dalat y nos encaminamos a visitar un extraño bar que nos habían aconsejado, el “100 roof bar”.

Confieso que al principio nos pareció una tomadura de pelo con cervezas más caras de lo habitual, pero cuando empiezas a recorrerlo te sorprende que alguien haya dedicado tanto esfuerzo y trabajo a hacer un laberinto surrealista en el edificio de un bar.

Diseñado por un arquitecto asiático (y probablemente, no del todo en sus cabales) este bar te absorbe a través de varios pasillos decorados con las más increíbles escenas que puedas imaginar.
El recorrido te lleva hasta una tercera planta, cada cual más irreal, hasta llegar a un jardín digno de Alicia en el país de las Maravillas. Desde aquí la contemplación del resto de la ciudad nos pareció como mirar al exterior de un sueño.

Elephant Falls
En nuestro segundo día en Dalat decidimos ir hasta las cascadas más importantes de la región.

Partiendo de la misma parada que ayer, en la trasera del Hoa Binh Center, en este caso tomamos el autobús hacia Phu Son que sale cada media hora más o menos. Conviene comentarle al conductor que nos queremos bajar en Nam Ban Village (o como nosotros, guiarte un poco con el google maps).
Tras 20.000 VND y 45 minutos de viaje llegas a un pequeño pueblecito sin indicaciones.
Muy cerca de allí están las cascadas (de pago, 20.000 VND). Un estrecho y resbaladizo sendero desciende hasta el pie de la cascada. Quizá no sea tan impresionante como otras famosas cascadas mundiales, pero se respira un ambiente lejos de artificios. Fotos obligadas y, menos obligado pero más recomendable, disfrutar ensimismado de las nubes de agua pulverizada que el viento te lanza a la cara.

El lugar es usado continuamente para “selfies” (como no), pero el complicado trayecto hace que no haya grupos grandes.
Pagoda de Linh An
Junto a las cascadas nos encontramos con uno de los templos más bonitos que vimos en Vietnam. La pagoda Linh An es conocida por su Buda feliz. Aunque está bastante escondido en la parte trasera de la pagoda.

Sin embargo, recientemente han levantado una “figurita” de unos 40 metros de altura de la representación femenina de Buda. No llega a la altura de la estatua de Da Nang, pero hay que reconocer que nos impresionó, sobre todo porque no nos la esperábamos.

El interior de la pagoda tiene muchas y coloridas representaciones de monjes y deidades, así que se convierte en un ameno recorrido.

Centro de producción de seda Cuong Hoan
Ya puestos, resulta interesante visitar este centro artesano de producción y elaboración de tejidos de seda.
Aunque los sistemas de producción han variado con los años, aquí nos hicimos una idea de cómo era originalmente el trabajo manual para crear los codiciados vestidos de seda natural.

No es imprescindible, pero si venís por aquí, es una visita didáctica muy recomendable.
Dalat
De vuelta a la ciudad nos decidimos por dar un paseo alrededor del lago Xuan Huong.

Esta es una de las zonas más vitales de Dalat y podemos ver gente pedaleando en el lago en barcas con forma de cisne. Otras actividades que se ven con frecuencia por allí son el vuelo de cometas y las reuniones y fiestas familiares. En fin, cualquier motivo es bueno para pasar la tarde en el lago.

Desde allí caminamos hasta el Dalat market, que ocupa una buena superficie del centro de la ciudad.
El tradicional mercado de frutas, verduras, carnes y pescados durante el día, deja paso a una enorme oferta gastronómica en cuanto empieza a caer la tarde. Es sin duda uno de los puntos donde ver de todo y dejarse seducir.

Antes de acabar quisimos pasar a ver uno de los edificios más extraños que se puedan ver en el país.
La Crazy House es una casa diseñada al estilo de Gaudí, donde el propietario dio rienda suelta a una mezcla de estilos difícilmente clasificable.

Lo curioso es que se convirtió en un hotel en el que por unos 40 euros, podemos disfrutar de alguna de sus habitaciones individualizadas con desayuno incluido. Cuanto menos es original.
Si te hace ilusión pasar una noche en la Crazy House, puedes reservar desde este enlace.
La verdad es que esta visita nos supo a poco. Dejamos para otra vez algunos sitios sugerentes, como el monasterio Zen de Truc Lam, la pagoda Linh Phuoc, los impresionantes jardines de flores de Van Thanh o las plantaciones de café que hay en los alrededores de Dalat.

Sin duda, si tenéis tiempo, no perdáis la ocasión de visitarlas. Como opinión particular podríamos decir que a Dalat se le pueden dedicar por lo menos 2 ó 3 días que nos cundirán estupendamente.
No te pierdas los nuevos contenidos que se publiquen para tener información y hacer más fácil la organización de tu viaje