Ya estaba organizado, ahora era cuestión de tomárselo con calma y esperar el gran día. Por supuesto, a medida que se acerca el momento empiezan a aparecer dudas, miedos y nervios, y además, ¡yo nunca me he tomado nada con calma!, así que me pasé los seis meses previos martirizando a todos mis amigos con preparativos, ideas, libros, fotos y mapas que probablemente les importaban lo que todos nos imaginamos.
Llegó la gran semana y comenzamos a preparar las maletas con siete días de antelación
– ¡Oye, que no se nos olvide la cámara de vídeo y acuérdate del antimosquitos!
Tres días, ¡Aaah!, dos días ¡Aaaah!, un día ¡Aaaaaaaah!, hoy ¡¡¡Aaag!!! ¿Está todo listo? Hace tanto tiempo que hice las maletas que ya no me acuerdo de lo que metí en ellas.
El primer inconveniente de los viajes internacionales es que al estar centralizados desde las capitales del país te obligan a hacer un viaje enorme para empezar a hacer tu viaje, y muchas veces este preámbulo te encamina en dirección contraria a la de destino. No considero que Canarias esté muy cerca de Australia, pero para empezar tuvimos que tragarnos casi 3000 kilómetros hasta Madrid en sentido opuesto a Australia.
Sin embargo, cuando empiezas un viaje, estas “pequeñas molestias” son incluso graciosas, así que una vez en Barajas y tras pasar los habituales controles, nos encontramos de pronto volando hacia Londres.
El viaje no tenía desperdicio. De Madrid a Londres. Desde allí toda la noche viajando hasta Singapur, y desde allí otra noche hasta Australia. ¡Me han robado un día! Con la rotación de la tierra y los cambios horarios, el viaje se transforma en una eterna noche de avión. Al menos era cómodo, pero a pesar de todo, la sensación de anquilosamiento persiste durante varios días. Es espeluznante pasar tantas horas enclaustrado en un asiento de avión, donde tu máximo confort consiste en estirar los pies cada dos horas como indican los amables auxiliares de vuelo.
A pesar de esos pequeños inconvenientes siempre se aprenden cosas nuevas en los trayectos y se observan detalles que nunca hubiesen entrado en nuestra idea del viaje.
Nosotros, por ejemplo, hicimos una visita turística de dos horas por la terminal del aeropuerto de Singapur. Descubrimos la posibilidad de hacer una excursión a la ciudad cuando tu tiempo de enlace con el siguiente vuelo supera las dos horas de espera. Lamentablemente nosotros no pudimos apuntarnos, pero en cambio, disfrutamos de una sorprendente ducha, en las instalaciones que el aeropuerto dispone hábilmente para deleite de las cansadas almas viajeras.
Además pasear por la terminal es una aventura donde tan pronto estas visitando un jardín botánico especializado en cactus, como te encuentras con un concurso internacional de claqué en los pasillos de la propia terminal.
Tras esta breve pausa continuamos nuestro viaje hacia el destino final, al cual llegamos tras otra “estrecha” noche de viaje, de tal forma que por la mañana, cuando el sol te permite empezar a vislumbrar lo que hay 10000 metros por debajo, todos los pasajeros extranjeros que visitan el país por vez primera, comienzan una curiosa danza de ventanilla en ventanilla para observar que Australia existe.
¡Sí, no es sólo un dibujo en el mapa! A pesar de ello, el tamaño se escapa de la mente y desde que piensas ¡ya estoy llegando!, transcurren seis o siete horas hasta que te acercas a Cairns. En nuestro caso además, tuvimos un pequeño desvío inesperado hacia Brisbane para luego volver, lo cual supuso 4000 kilómetros extras de viaje, pero al fin llegamos, descendimos del avión, pasamos un tiempo interminable en el control de aduanas y salimos al exterior.
¡AUSTRALIA!
Ni que decir tiene, que llegando a alguno de los principales aeropuertos, Sydney o Melbourne, podemos buscar un sencillo traslado a nuestro hotel que nos ahorre más penalidades.
No fue nuestro caso…en fín.
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Muy buena pinta va teniendo este blog!! …ahora, eso si… no hagas como algunas series de TV que cuando uno se esta enganchando la eliminan!! jejeje
Un abrazo Gulliver
Si os va gustando la serie, espero mantener la temporada completa
¡Qué divertido!
Me encantó leerlo, es muy entretenido y me gusta mucho como lo narras todo con ese toque cómico. Espero leer más.
Gracias. Espero que el blog vaya tomando forma y que os guste
Después de leer esta entrada, me voy a dormir con ganas de continuar con esa aventura! Promete!!
Me alegro de que os guste. Espero que alguien se anime a hacer el viaje 😉