Bruselas es una de las ciudades centroeuropeas más interesantes para ver y visitar. Mucha gente llega a esta ciudad belga como parte de alguna ruta más extensa, o dentro de algún viaje organizado.
Nosotros disfrutamos durante casi una semana de Bruselas y alrededores, y hoy queremos contarte que sitios nos llamaron más la atención y, sobre todo, el motivo. Queremos hacerte partícipe de nuestra lista de lugares imprescindibles que ver en Bruselas y animarte a que los visites, y nos cuentes que te parecen y si te han gustado como a nosotros o prefieres otros.
Quizá te has planteado hacer una visita rápida a Bruselas, ver el Manneken pis, el Atomium y salir corriendo hacia otro destino.
Sin embargo la propia ciudad da mucho de sí, y no son pocos los que se animan a pasar más tiempo, y organizar algún paseo más extenso como alguna ruta para conocer Bruselas en tres días.
Dentro de tanto edificio elegante y atracciones de diferente clase, a nosotros se nos quedó grabada esta pequeña lista de lugares imprescindibles que ver en Bruselas.
¡Disfruta de la excursión!
Catedral de San Miguel y Santa Gúdula
Para comenzar las visitas que ver en Bruselas, lo mejor es empezar por la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula.
Independientemente de las connotaciones religiosas, las catedrales son edificios espectaculares y que nos dicen mucho de las capacidades arquitectónicas de una sociedad determinada. Y los belgas debían ser muy avanzados porque les quedó una Catedral chulísima.
Lo curioso es que empezó siendo una pequeña capilla dedicada a San Miguel, allá por el siglo IX.
Unos 200 años más tarde la reformaron en una Iglesia románica y llevaron los restos de Santa Gúdula. Y de ahí el nombre completo.
Bueno, pues tardó casi otros 1000 años en ser considerada Catedral. De hecho lleva como tal, poco más de 50 años.
Por fuera, seguro que os recuerda mucho a la de Notre Dame. En el interior no está tan decorada como otras catedrales similares, al parecer debido a los numerosos saqueos sufridos a lo largo de los siglos. Aun así, no os perdáis todas las vidrieras, ya que son de los mejorcito del edificio.
Aparte de visitar la catedral os recomendamos la visita a las excavaciones arqueológicas donde explican un poco la historia que hemos resumido más arriba, y el tesoro de la catedral con magníficas obras de arte flamenco, aunque este no está abierto todos los días. Estos últimos son de pago, pero la Catedral, no. De momento.
Grand Place
En una lista de lugares imprescindibles que ver en Bruselas, aquí hay que ir sí o sí.
No está considerada una de las plazas más bonitas del mundo porque sí. Se lo merece de largo.
Al llegar encontramos una enorme plaza rectangular de 110 metros de largo y casi 70 de ancho. Todos los edificios que la rodean tienen un estilo clásico de acabados preciosos, así que solo en dar la vuelta ya se nos pasa un rato agradable.
Si os fijáis además, gran parte de estos edificios históricos conservan la mayor parte de los elementos que los definían o siguen definiendo. Los más característicos son los de los gremios (barqueros, merceros o panaderos). Hay que dedicarle un rato a cada uno para encontrar el significado de sus estatuas o la forma de su fachada.
En cualquier caso, el edificio más destacado es el Ayuntamiento con su torre de 96 metros de altura y su diseño asimétrico. Ya os adelanto que el arquitecto no se confundió al construirlo, ni se suicidó por ello. Aunque la historia no deja de ser curiosa.
Manneken pis
De camino a la Grand Place nos podemos tomar un pequeño descanso y hacernos la imprescindible foto en el Manneken Pis.
Bueno, sinceramente no es lo más espectacular de Bruselas, pero no os podéis marchar de allí sin hacerle una foto. Además suelen disfrazarlo de vez en cuando, así que puede llevar sorpresa incluida.
Lo mejor es que su visita sigue siendo gratis (por lo menos cuando estuvimos nosotros). Además no vas a tener problemas para que te quepa en el objetivo de la cámara. Seguramente antes de visitar Bruselas ya os habréis enterado del pequeño tamaño de la estatua.
Bueno, pues aun así, pocos hay que no se sientan impactados al verla in situ. ¡Llevad gafas de aumento!
Museo del Comic
No se vosotros, pero a mí me encantan Tintín, Lucky Luke, Spirou y Johan y Pirluit. He pasado muchas horas entretenido con los tebeos de estos personajes, sobre todo con tintín y Johan y Pirluit. Estos últimos son menos conocidos aunque su autor es el mismo que el de los Pitufos.
En fin, que creemos que una visita a Bruselas se queda coja sin visitar el Museo del Comic de uno de los lugares con mejores autores sobre el tema.
La entrada cuesta 12 €, aunque con la Brussels Card es gratuita, así que solo con esta visita, casi se amortiza el día.
Dentro podemos ver la historia de los distintos personajes, algunos como Tintín conocidos y disfrutados a nivel mundial. Pero es que además se pueden ver bocetos originales de algunas historietas y con un poco de suerte, tropezarte con alguno de los personajes. También se puede aprovechar para hacer una visita a la librería de la planta baja.
Sin duda una visita imprescindible para ver en Bruselas si eres aficionado a estos comics.
Palacio Real de Laeken y Jardines Reales
Aunque el palacio real se supone que está en el centro de Bruselas, el rey belga tiene su residencia oficial en el palacio de Laeken, algo más apartado y con unos jardines impresionantes que bien merecen una visita.
En cuanto al castillo, fue construido hace unos 250 años, en principio como residencia temporal, pero a finales del siglo XIX, el rey Leopoldo II (sí, el tristemente recordado por sus sangrientas campañas congoleñas), decidió convertirlo en residencia habitual… y hasta ahora.
En cuanto a los jardines, o mejor dicho, los Invernaderos de Laeken, es buen lugar para disfrutar de una fabulosa colección botánica de plantas de climas cálidos, lo que contrasta con el clima más bien fresco del país. El edificio principal es una enorme cúpula de 25 metros de altura y está rodeado de otros invernaderos muy llamativos.
La parte mala es que solo abren 3 semanas entre abril y mayo. Por si no podéis en esas fechas, adjunto alguna fotito, ya que nosotros si tuvimos la suerte de visitarlos.
Atomium
El Atomium se construyó para la Exposición Universal de 1958, emulando la magnificencia de la Torre Eiffel (por la cuestión de su enorme tamaño). Aunque, en principio solo iba a durar 6 meses, se convirtió en un reclamo turístico y se quedó allí definitivamente. Aunque su fama decayó algo a principios de siglo (debido sobre todo a que su mal aspecto desilusionaba mucho), una reforma en 2006 le devolvió su brillo (nunca mejor dicho) de antaño.
Para llegar al barrio de Heizel donde se encuentra, lo mejor es coger el metro, el tranvía o el autobús, que te deja cerquita. Además no tiene pérdida, es un átomo gigante de 102 metros de altura.
Sin duda merece la pena acercarse a visitar semejante edificio. Lo que ya no está tan claro es si merece entrar dentro. El precio de entrada son 16 €, aunque con la Brussels card se consiguen reducciones. Lo malo son las colas que suele haber para entrar. En nuestra opinión solo en caso de especial interés en alguna de las exhibiciones que se muestran en su interior o si tenemos ganas de visitar el restaurante, nos podemos molestar en pasar tanto tiempo de cola y visita.
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