Si llegas a este artículo para hacer tu propia lista sobre los lugares que ver en Nantes en 7 días, debes saber que nuestro primer consejo es que te tomes la visita con calma. Dedica parte del tiempo a recorrer sus callejuelas y curiosear en las tascas menos céntricas.

Es fácil recorrer a pie los lugares turísticos, así que es un buen motivo para aprovechar y disfrutar una crepe en una terraza, una cerveza “à la pression” o una excursión en barco por el Loira.
Nantes es la capital del Loira Atlántico, al sur de Bretaña. La ciudad surgió antes de la época romana y fue creciendo poco a poco, bajo el dominio de Roma y el de Bretaña, de donde era capital. Tras su incorporación a Francia, en 1532, la capital de Bretaña pasó a Rennes.
Desde finales del siglo XVIII al XIX, Nantes desarrolló una importante industria conservera, metalúrgica y de bizcochos (la famosa marca LU). Sin embargo, el auge de la ciudad se debió en gran parte, al comercio de esclavos.
En la actualidad Nantes tiene cerca de los 900.000 habitantes y resulta una ciudad cómoda de visitar y con algunos interesantes atractivos que os vamos a contar.
Donde alojarse en Nantes
Como ya hemos dicho el centro de Nantes es muy cómodo para conocerlo dando un paseo. Por eso es buena idea alojarse en una zona cercana a los principales lugares de visita.
Los hoteles que os recomendamos para alojaros cumplen ese requisito principal pero además hemos elegido aquellos con algún detalle especial que por su ubicación, diseño o trato hacen que ver Nantes en 7 días se convierta en algo especial. Y no necesariamente a cambio de un alto precio. ¡Compruébalo!

Hotel Voltaire Opera Nantes Centre: Cuando lo conocimos se llamaba Hotel Qualys. Está muy cerca de la plaza Graslin, en un edificio clásico de más de 150 años. Las habitaciones son preciosas, sobre todo las abuhardilladas. Y el desayuno, de rechupete. No es de los más baratos, pero tiene buen precio.
Les machines de Jules: Un excelente apartamento muy acogedor. Ideal porque está junto a la Iglesia de San Nicolás, y muy cerca de la plaza Royale, centro del ambiente de Nantes. Muy bien valorado y a buen precio.
Le nid des Carmes: Lo mejor es la ubicación, en pleno centro. Muy cerca de El Nido y del Castillo de Los Duques. Alrededor hay varios restaurantes y una excelente pastelería a menos de 20 metros
Hotel Saint Patrick: Muy fácil de llegar desde el aeropuerto, ya que el tranvía deja muy cerca. Está en una zona tranquila junto a la Iglesia de San Nicolás y muy cerca del Castillo de los Duques y de la Catedral de San Pedro y San Pablo. Y el precio es muy interesante.
Mercure Nantes Centre Grand Hotel: Pero si quieres un capricho o una estancia romántica, este hotel de 4 estrellas nos pareció perfecto. La habitación es amplia y moderna y está muy céntrico, junto al Passage Pommeraye, que seguro que visitas para ver el diseño de sus galerías y las muchas tiendas que tiene.

Visitas imprescindibles que ver en Nantes en 7 días
Las máquinas de la isla
Si tenemos que elegir algo que identifique a Nantes, seguro que la mayoría escoge las máquinas de la isla. En realidad fue una forma ingeniosa de dar vida a una isla semiabandonada y llena de almacenes sin uso.
No hay que perderse el gigantesco elefante de madera de 12 metros de alto y que se mueve entre la gente cual paquidermo real, barritando y echando agua. Por 8,5 € puedes dar un paseo a lomos de este colosal animal.

En la Galería de las máquinas se pueden ver una serie de criaturas mecánicas que nos transportan a un mundo imaginario, muy al estilo de Julio Verne. El precio también es de 8,5 €, aunque hay entradas combinadas. Merece la pena ver la araña gigante, la hormiga o un impresionante colibrí mecánico.

Y el carrusel, con sus 25 metros de altura y unas extrañas criaturas que giran en este tiovivo que nos transporta directamente al siglo XIX.

El Nido
La Torre de Bretaña es el edificio más alto de Nantes. 144 metros de altura de este edificio de oficinas, divisable desde cualquier punto de la ciudad. Alguien tuvo la feliz idea de montar algo original en el piso 32. Y así nació el nido. En esa planta hay una cafetería con mirador al que se puede acceder por la tarde-noche (y por la mañana los domingos).
El toque original reside en el diseño de la cafetería. El edificio en sí no tiene ningún encanto, pero el diseñador Jean Jullien creó una cafetería atravesada por una gigantesca cigüeña tumbada, donde la barra es el cuerpo de una cigüeña, el cuello de la misma sirve de mullido sofá para tomar un café o un refresco y los asientos son huevos. Desde el mirador podemos localizar también algún huevo en los tejados colindantes.

El acceso solo cuesta 1€, y la cafetería no resulta más cara que en el resto de la ciudad, así que merece la pena subir en el cutre ascensor (porque eso sí que no da para más) y disfrutar de las vistas.
Trentemoult
Merece la pena coger el pequeño transbordador que hay frente a la isla de Nantes para visitar este antiguo pueblo de pescadores. El barrio es pequeño, de callejuelas zigzagueantes. Pasear entre las casas coloridas es suficiente para acabar con el estrés. Además hay unas cuantas coquetas terrazas, ideales para pasar la tarde, y un par de restaurantes dignos de cena romántica.

Si lo visitáis al atardecer, fijaos en el interior de las casas. Con las luces encendidas se pueden apreciar los techos, construidos en su mayoría de madera, con gruesas vigas.
Museo de Julio Verne
Veníamos con cautela porque no tiene buena fama. Realmente no tiene mucho que ver. Algo de historia sobre la bibliografía y éxitos de Julio Verne, algunas fotos, algún manuscrito y alguna maqueta de los inventos de Verne.

En los alrededores hay un agradable paseo que suele hacer casi todo el mundo que se acerca al museo.

Castillo de los Duques de Bretaña
Y llegamos a uno de los principales puntos turísticos que ver en Nantes. Esta fortaleza medieval se ubica en el centro de la ciudad y fue residencia de los duques de Bretaña durante 200 años. Una buena restauración acabada en 2007 permitió que se pudiese visitar en su mayor parte.

Hay varios edificios agrupados en el interior de una muralla con un foso rodeando el conjunto. En su interior podemos dar un repaso a la forma de vida de los duques bretones durante los siglos XIII al XV.
Como curiosidad podemos ver en el exterior un tobogán que desciende desde lo alto de la muralla.

Museo de Historia Natural
Nos encantan los museos de ciencias. Por eso decidimos dedicar una mañana a este pequeño museo que tiene una estupenda colección de fósiles y minerales en su planta baja y una colección antigua de aves y mamíferos en su planta alta.

Además algunos esqueletos gigantescos y una enorme colección de caracolas. La entrada es económica (4€), gratuita para menores, así que es una buena opción para entretener a los pequeños.
Museo de Bellas Artes
Construido hace 200 años, recientemente fue ampliado y restaurado para ofertar una buena colección de pinturas y esculturas. No alcanza el nivel de otras grandes pinacotecas, pero su económico precio (4€), animan a pasar una tarde tranquila viendo algunas obras interesantes.

Catedral de San Pedro y San Pablo
La Catedral es la principal de una serie de iglesias góticas que salpican la ciudad de Nantes. Como bien se dice, su fachada principal nos recuerda mucho a la catedral de Notre Dame de París.

En el interior, aparte de una preciosa arquitectura con enormes columnas y las típicas bóvedas góticas de gran altura, nos encontramos con la tumba de los Duques de Bretaña.

Si te gusta la arquitectura secular, no te pierdas otras preciosas iglesias que ver en Nantes. Muy cerca de la catedral está la Iglesia de San Clemente, y más hacia el centro de la ciudad las iglesias de San Nicolás (junto a la plaza Royale) y la de la Santa Cruz.

La Torre Lu
Renombrada como Lieu Unique (Lugar Único), se trata de la antigua fábrica de galletas LU (si ya sabes, Yayitas, Príncipe…). Actualmente es una especie de centro cultural con distinta actividades. En la planta baja hay un bar-cafetería con aire estudiantil y con unos baños que merecen la pena la visita. Es difícil conseguir que unos baños limpios (y si os fijáis, están muy limpios) tengan ese aspecto de película de Mad Max.

La torre, de 1909, es una de las estructuras más bonitas y llamativas que ver en Nantes.
De la fábrica no queda mucha señal, aparte de la consabida venta de productos “galletiles”. Cerca de la torre hay un edificio con un curioso cartel alusivo sobre la puerta de entrada.

Isla de Versalles
Esta pequeña isla es recomendable para dar un paseo vespertino recorriendo su jardín japonés. No tiene nada especialmente llamativo, pero resultó muy relajante caminar entre las cuidadas plantas.

Jardín de las Plantas
No os lo perdáis. Sobre todo si vais con niños. Como mínimo ganas un paseo muy agradable, pero seguro que os divertís. Recorrer el paseo de los bancos de distintos tamaños, hasta llegar a uno enorme o jugar entre macetas gigantes son algunos de los alicientes.

Además la zona del lago está llena de patos, cisnes y alguna simpática cabra que se acerca a los visitantes para que la acaricien y le den de comer.

Y si quieres saber cual es la mejor forma de moverte por Nantes, echa una ojeada a nuestra guía para visitar Nantes.
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